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Carta de marzo y abril
Marzo 20, 2023
Queridos hermanos,
Para cuando reciban esta carta, la Pascua estará solamente a unos pocos días. Recientemente he hecho un número de mensajes mostrando que la Pascua es en realidad el foco central de la Biblia—Antiguo y Nuevo Testamentos. En verdad, un gran número de profecías en la Ley, los Profetas y los Salmos predijeron la venida del Mesías. Algunas profetizan la primera venida de Jesús, e incluyen detalles de Sus sufrimientos. Otras predicen Su segunda venida, el Milenio y el Reino de Dios.
Los registros de los Evangelios son acerca de la vida y ministerio de Jesús, y culminan con Él instituyendo el Nuevo Pacto de la Pascua cristiana—el cual incluye los detalles de Su arresto, juicios, golpizas, muerte y resurrección. Cuando vemos las 7 divisiones de la Biblia, encontramos que los Evangelios y el libro de Hechos son la cuarta división—por tanto, la división central o media de la Biblia.
La quinta división consiste de las Epístolas Generales, y la sexta incluye las Epístolas de Pablo. Colectivamente, aquellas Epístolas demuestran vida cristiana genuina bajo el Nuevo Pacto: gracia, arrepentimiento, fe, bautismo y el Espíritu Santo como el poder y engendramiento del Padre en nuestras vidas. También revelan el amor de Dios y nos muestran cómo debemos amar a Dios: verdadera observancia espiritual de los mandamientos y vencer—con la promesa de vida eterna para los fieles.
La séptima división, el libro de Apocalipsis, se enfoca en profecías que llevan directamente al establecimiento del Reino de Dios. Los últimos dos capítulos son una visión de los nuevos cielos y nueva tierra por venir, la Nueva Jerusalén, y Dios el Padre y Jesucristo morando con todos los santos inmortales.
Ultimadamente, toda la Biblia se centra alrededor de la Pascua del Nuevo Pacto con el sacrificio de Cristo, el cual Dios planeó antes de la fundación del mundo—antes de las eras del tiempo (II Timoteo 1:9; Tito 1:2). En Apocalipsis 13:8, leemos “el Cordero muerto desde la fundación del mundo.” Como proclamó Juan el Bautista, “el Cordero de Dios, Quien quita el pecado del mundo.… He aquí el Cordero de Dios” (Juan 1:29, 36). “Cristo nuestra Pascua fue sacrificado por nosotros” (I Corintios 5:7). El apóstol Pablo escribe que Jesús, de hecho fue, “Dios manifestado en la carne” (I Timoteo 3:16).
Sin embargo, para encontrar la primera profecía del Mesías por venir, tenemos que ir a Génesis. Allí encontramos que después que Adán y Eva pecaron, el Señor Dios—Aquel Quien llegaría a ser el Salvador—juzgó a la serpiente (Satanás), así como también a Adán y Eva por sus pecados. Al mismo tiempo Él también da la primera profecía del Mesías por venir.
Note el registro en Génesis. 3: “Y la serpiente dijo a la mujer, “¡Al morir, ciertamente no morirán! Porque Dios sabe que en el día que coman de el, entonces sus ojos serán abiertos, y serán como Dios, decidiendo [por ellos mismos lo que es] el bien y el mal.” Y cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comida, y que era placentero a los ojos, y un árbol para ser deseado para hacerlo a uno sabio, tomó de su fruto y comió. También le dio a su esposo con ella, y él comió. Y los ojos de ambos fueron abiertos [al mal], y supieron que estaban desnudos; y cocieron hojas de higos e hicieron cubiertas para sí mismos. Y oyeron el sonido del SEÑOR Dios caminando en el jardín en el fresco del día. Entonces Adán y su esposa se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del jardín.
“Y el SEÑOR Dios llamó a Adán y le dijo, “¿Dónde estás tú?” Y él dijo, “Te oí caminando en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo, y entonces me escondí.” Y Él dijo, “¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol el cual te ordené que no deberías comer?” Y el hombre dijo, “La mujer que diste para estar conmigo, ella me dio del árbol, y comí” Y el SEÑOR Dios dijo a la mujer, “¿Qué es esto que has hecho?” Y la mujer dijo, “La serpiente me engañó, y comí”” (Génesis. 3:4-13).
Dios entonces dio Su juicio y sentencia sobre ellos, comenzando con la serpiente, quien fue el pecador original antes de la creación de Adán y Eva. “Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente, “Porque has hecho esto eres maldita sobre todo el ganado, y sobre todo animal del campo. Irás sobre tu barriga, y comerás polvo todos los días de tu vida” (verso 14).
Luego encontramos la primera profecía del Mesías: “Y pondré enemistad entre la mujer [la iglesia] y tú [Satanás], y entre su Semilla [el Mesías por venir] y tú semilla [los demonios y aquellos quienes luego seguirían a Satanás]; Él [el Mesías] magullará tú cabeza, y tú magullarás Su talón [la crucifixión de Jesús]” (verso 15).
Así, el escenario fue puesto. La batalla entre Dios y Satanás continuaría hasta que el Mesías venza completamente y conquiste la serpiente, el pecado y la muerte. Desde aquel tiempo en adelante, la humanidad tendría que escoger entre seguir a Satanás el diablo, quien llegó a ser el dios de este mundo, o seguir al verdadero Dios. Continuando en Génesis 3: “A la mujer Él dijo, “Incrementaré grandemente tus dolores y tu concepción—en dolor darás a luz hijos. Tu deseo será hacia tu esposo, y él gobernará sobre ti” Y a Adán Él dijo, “Porque has oído a la voz de tu esposa y has comido del árbol—del cual te ordené, diciendo, ‘¡No comerás de el!’—la tierra es maldita por tu causa. En dolor comerás de ella todos los días de tu vida. También te dará a luz espinas y cardos, y así comerás las hierbas del campo; En el sudor de tu cara comerás pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; porque polvo eres, y a polvo volverás”” (versos 16-19).
La sentencia de Dios en contra de Adán y Eva es como toda la humanidad ha recibido su naturaleza humana, la cual es una mezcla de bien y mal—pero principalmente mal. Es por eso que estamos sujetos a la muerte. Sólo la Palabra de Dios revela esta profunda verdad. Pablo explica: “Por tanto, como por un hombre el pecado entró al mundo, y por medio del pecado vino la muerte; y en esta forma, la muerte pasó a toda la humanidad; es por esta razón que todos han pecado” (Romanos 5:12). Él más aun definió la naturaleza humana como tener la “ley de pecado y muerte” dentro de nosotros. Es por eso que los humanos desean e intentan hacer bien, pero terminan pecando. Más aún, no hay nada dentro de ningún ser humano que sea lo suficientemente poderoso para guardar a alguien de pecar y hacer el mal. Es por eso que “todos hemos pecado y hemos venido cortos de la gloria de Dios.” Sí, cortados de Dios, hombres y mujeres siguen un camino que parece recto—pero este solo termina en muerte, con mucha miseria y sufrimiento a lo largo del camino (Proverbios 14:12; 16:25).
Pablo experimentó esto él mismo; él escribe: “Porque entiendo plenamente que no está viviendo dentro de mí—esto es, dentro de mi ser carnal—ningún bien. Porque el deseo de hacer el bien está presente dentro de mí; pero como ejercitar eso lo cual es bueno, no encuentro. Porque el bien que deseo hacer, no estoy haciendo; sino el mal que no deseo hacer, eso estoy haciendo. Pero si hago lo que no deseo hacer, no estoy ejercitándolo más yo, sino el pecado que está viviendo dentro de mí.
“Consecuentemente, encuentro ésta ley en mis miembros, que cuando deseo hacer el bien, el mal está presente conmigo. Porque me deleito en la ley de Dios de acuerdo al hombre interior; pero veo otra ley dentro de mis propios miembros, en guerra contra la ley de mi mente, y llevándome cautivo a la ley de pecado que está dentro de mis propios miembros. Oh que hombre miserable soy! ¿Quién me salvará del cuerpo de esta muerte? Doy gracias a Dios por Su salvación a través de nuestro Señor Jesucristo. Por causa de esto, por un lado, yo mismo sirvo a la ley de Dios con mi mente; pero por otro lado, con la carne, sirvo a la ley de pecado” (Romanos 7:18-25).
Pablo muestra que todo ser humano tiene inherente la “ley de pecado y muerte.” Somos nacidos de esa manera—y salvación solo puede venir a través de la muerte y resurrección de Cristo. ¿Por qué viene esta salvación solamente a través de Jesús? Dios sentencio a Adán y Eva con esta clase de naturaleza, la cual es pasada a toda la humanidad. ¿Qué va a hacer Dios con eso? ¿Cómo va Él a salvar a la humanidad de esta “ley de pecado y muerte”?
¿Qué clase de naturaleza humana tuvo Jesucristo? Jesús era Dios antes que Él se despojara de toda Su gloria y de casi toda Su divinidad para llegar a ser un hombre (Juan 1:1-4). Pablo escribe, “Cristo Jesús; Quien, aunque existió en la forma de Dios, no lo consideró robo ser igual con Dios, sino se vació a Sí mismo, y fue hecho en la semejanza de hombres, y tomó la forma de un siervo; y habiéndose encontrado en la forma de hombre, se humilló a Sí mismo, y llegó a ser obediente hasta la muerte, incluso la muerte de la cruz” (Filipenses 2:5-8).
Esto nos dice que Jesús estaba sujeto a la muerte. Mientras Dios fue Su Padre, la virgen María fue Su madre física, de quien Él recibió Su existencia carnal y naturaleza humana. Algunos creen que Jesús tenía una naturaleza humana especial que ninguno del resto de la humanidad tiene, así haciéndole imposible para Él pecar o siquiera ser tentado; y que Su muerte no fue una muerte real, como con otros hombres y mujeres. Sin embargo, eso no es lo que la Biblia enseña.
El hecho es, Jesús experimentó todas las tentaciones que nosotros experimentamos—y mucho más en Su tentación de 40 días por Satanás el diablo (Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13). Así, Él debe haber tenido naturaleza humana completa, con la capacidad de escoger pecar en verdad. De otro modo, si fuera imposible para Él pecar, la tentación no habría tenido significado.
Concerniente a las tentaciones de Jesús, Pablo escribe: “Porque la Palabra de Dios es viva y poderosa, y más afilada que cualquier espada de dos filos, penetrando incluso a los pedazos divididos de alma y espíritu, de coyunturas y médula, y es capaz de discernir los pensamientos e intenciones del corazón. Y no hay una cosa creada que no sea manifiesta a Su vista; sino todas las cosas están desnudas y descubiertas delante de Sus ojos a Quien debemos dar cuenta. Teniendo por tanto un gran Sumo Sacerdote, Quien ha pasado a los cielos, Jesús el Hijo de Dios, deberíamos sujetar firme la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda empatizar con nuestras debilidades, sino uno Quien fue tentado en todas las cosas de acuerdo a la semejanza de nuestras propias tentaciones; aunque Él fue sin pecado. Por tanto, deberíamos venir con audacia al trono de gracia, para poder recibir misericordia y encontrar gracia para ayuda en tiempo de necesidad” (Hebreos 4:12-16).
En el griego, “semejanza” es homoioteta—que significa la semejanza exacta de nuestras tentaciones, no algo diferente de lo que experimentamos. En verdad, para llegar a ser nuestro Salvador, era obligatorio para Jesús ser hecho exactamente como nosotros. Note: “Pero vemos a Jesús, Quien fue hecho un poco menor que los ángeles, coronado con gloria y honor a cuenta de sufrir la muerte, para que por la gracia de Dios Él mismo pudiera probar la muerte por todos; porque era conveniente para Él, para Quien todas las cosas fueron creadas, y por Quien todas las cosas existen, traer muchos hijos a la gloria, para hacer al Autor de su salvación perfecto a través de sufrimientos.… Por tanto, dado que los hijos son participes de carne y sangre, en la misma manera Él también tomó parte en lo mismo, para que a través de la muerte Él pudiera anular a quien tiene el poder de la muerte—es decir, el diablo.
“Y pudiera librar a aquellos que estaban sujetos a esclavitud a lo largo de todas sus vidas por su temor de muerte. Porque ciertamente, Él no la está tomando sobre Sí mismo para ayudar a los ángeles; sino Él la está tomando sobre Sí mismo para ayudar a la semilla [espiritual] de Abraham. Por esta razón, fue obligatorio para Él ser hecho como [griego homoite] Sus hermanos en todo para poder ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en cosas pertinentes a Dios, para hacer propiciación por los pecados de la gente. Porque Él mismo ha sufrido, habiendo sido tentado en la misma manera, Él es capaz de ayudar a aquellos que están siendo tentados” (Hebreos 2:9-10, 14-18).
Jesús tuvo que tomar sobre Sí mismo la misma naturaleza humana que tiene toda la humanidad, la cual, como el Señor Dios del Antiguo Testamento, Él había sentenciado sobre Adán, Eva y su descendencia. A causa de esto, Jesús tuvo que suplicar al Padre para salvarlo de la muerte. Pablo escribe: “Quien, en los días de Su carne, ofreció oraciones y súplicas con fuerte lamento y lágrimas a Quien era capaz de salvarlo de la muerte, y fue oído porque temió a Dios. Aunque era un Hijo, aun así aprendió obediencia de las cosas que sufrió; y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser el Autor de la salvación eterna para todos aquellos que lo obedecen” (Hebreos 5:7-9).
Por tanto, es claro que Jesús debe haber tenido la “ley de muerte” como una parte inherente de Su existencia humana. Nuevamente, Pablo escribe que todos los humanos tienen la “ley de pecado y muerte” dentro de ellos como parte de su naturaleza humana. Entonces ¿tuvo también Jesús dentro de Su cuerpo carnal la “ley de pecado” así como la “ley de muerte”? Si Jesús no tuvo la “ley de pecado” dentro de Su cuerpo carnal, Él no podía haber sido tentado. Sin embargo, las Escrituras nos dicen que Él “fue tentado en todas las cosas de acuerdo a la semejanza de nuestras propias tentaciones; aunque Él fue sin pecado” (Hebreos 4:15).
La respuesta a la pregunta es esta: Sí, Jesús llevaba en Su carne la “ley de pecado”—así como la “ley de muerte.” Pablo deja esto muy claro. Él escribe: “Dios, habiendo enviado a Su propio Hijo en la semejanza [homoite—la semejanza exacta] de carne pecaminosa, y por el pecado, condenó el pecado en la carne” (Romanos 8:3). El griego es incluso más específico, este dice “en la semejanza exacta de carne, de pecado.” Por tanto, para “condenar el pecado en la carne,” Jesús debe haber tenido la “ley de pecado” así como la “ley de muerte” dentro de Su cuerpo carnal.
Es por eso que la muerte de Jesús es llamada “la muerte,” porque Su sacrificio—como Dios manifestado en la carne, aun llevando dentro de Él mismo la “ley de pecado y muerte”—es la única muerte que es capaz de pagar por todos los pecados y muertes de toda la humanidad. Pedro escribió: “Quien no cometió pecado; ni fue encontrado engaño en Su boca; Quien, cuando fue insultado, no insultó en retorno; cuando sufría, no amenazaba, sino se encomendaba Él mismo a Quien juzga justamente; Quien llevó Él mismo nuestros pecados en Su propio cuerpo sobre el árbol [la cruz], para que nosotros, estando muertos a los pecados, podamos vivir hacia justicia; y por Cuyos azotes ustedes fueron sanos” (I Pedro 2:22-24).
Por tanto, como Creador de la humanidad—Dios manifestado en la carne—Su muerte era la única muerte que podía condenar el pecado en la carne, y ¡Su sangre derramada es la única sangre expiadora que puede perdonar el pecado! Esto es exactamente a lo que Juan el Bautista se refirió cuando dijo de Jesús, “He aquí el Cordero de Dios, Quien quita el pecado del mundo.” ¡La muerte de Jesús, por el pecado humano, fue más grande que todas las muertes humanas combinadas!
Dado que la muerte de Jesús fue la única muerte capaz de condenar el pecado, podemos entender porque el pan sin levadura de la ceremonia de la Pascua cristiana representa Su cuerpo roto, y el vino representa Su sangre derramada. Es por eso que en la noche de Su última Pascua, Jesús instruyó a Sus apóstoles acordemente: “Y mientras estaban comiendo, Jesús tomó pan; y después de bendecirlo, lo rompió y lo dio a ellos, y dijo, “Tomen, coman; este es Mi cuerpo. Y Él tomó la copa; y después de dar gracias, la dio a ellos; y todos bebieron de ella. Y les dijo, “Esta es Mi sangre, la sangre del Nuevo Pacto, la cual es derramada por muchos” (Marcos 14:22-24).
En verdad, el foco central de la Biblia está en el Nuevo Pacto de vida eterna a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús el Mesías—nuestro Dios Salvador manifestado en la carne. Con estas cosas en mente mientras vamos a la Pascua, estas palabras de Jesús tienen un significado mayor: “Verdaderamente, verdaderamente les digo, a menos que coman la carne del Hijo de hombre, y beban Su sangre, no tienen vida en sí mismos. Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo levantaré en el último día. Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. Aquel que come Mi carne y bebe Mi sangre está viviendo en Mí, y Yo en él. Como el Padre vivo Me ha enviado, y Yo vivo por el Padre; así también aquel que Me come vivirá por Mí” (Juan 6:53-57).
Como el pueblo de Dios, estaremos guardando la Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura; pero el “cristianismo” del mundo estará guardando su celebración pagana de Easter. Dado que hemos adicionado a mucha más gente a nuestra lista de correo, estamos adjuntando el artículo “¿Deberían los cristianos celebrar Easter?” de Philip Neal. Mientras lee el artículo verá cuán lejos el mundo ha ido en abandonar las verdaderas enseñanzas de la Escritura. Mientras proclaman que estar honrando a Dios y celebrando el supuesto día de resurrección de Jesús, continúan blasfemando la verdad. Sorprendentemente, todo lo que observan es lo exactamente opuesto de lo que la Biblia enseña. Ellos están engañados por el dios de este mundo (II Corintios 4:4) al punto que piensan en realidad que están haciendo la voluntad de Dios.
Esto es lo que los hombres y mujeres han hecho a través de la historia, y esto solamente está volviéndose peor. En verdad, Pablo advirtió a Timoteo que la naturaleza humana sería loca en los últimos días: “Conoce también esto, que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos; porque los hombres serán amantes de sí mismos, amantes del dinero, jactanciosos, orgullosos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin control propio, salvajes, despreciadores de aquellos que son buenos, traicioneros, temerarios, egoístas, amantes del placer antes que amantes de Dios; teniendo una apariencia exterior de piedad [aparentadores de santidad y mentirosos], pero negando el poder de la verdadera piedad.
“Pero en cuanto a ti, aléjate de todos esos. porque de hombres tales como esos vienen aquellos que están deslizando sus caminos dentro de casas, y están ganando control sobre mujeres crédulas cabezas huecas entregadas a varios pecados, siendo llevadas por toda clase de lujuria. Ellas están siempre aprendiendo pero nunca son capaces de llegar al conocimiento de la verdad. Ahora, así como Janes y Jambres se pararon contra Moisés, en la misma manera también estos están parándose descaradamente contra la verdad; son hombres de mentes depravadas, reprobados con respecto a la fe” (II Timoteo 3:1-8). Tal es el estado del “cristianismo” de hoy. Sin duda, el abismo entre el cristianismo original de Jesús y los apóstoles y el falso “cristianismo” de este mundo continua haciéndose más y más ancho con cada año que pasa.
Hermanos, mientras muchos de ustedes están enfrentado incrementalmente tiempos más difíciles, recuerden que Dios el Padre y Jesucristo los aman. Ellos están con ustedes. Y a través del Espíritu Santo de Dios, el cual es las arras de vida eterna, Ellos morarán en ustedes y ustedes en Ellos. Mantenga esto en mente mientras nos aproximamos a la Pascua y Fiesta de Panes sin Levadura por venir.
Las fechas de la Pascua y Panes sin Levadura este año:
Pascua—la noche de abril 4, después del ocaso—el cual comienza el día.
La noche para ser muy observada al Señor—la noche de abril 5
El primer día de Panes sin Levadura—abril 6
El Sábado entre los Días Santos—abril 8
El séptimo día de Panes sin Levadura—abril 12
Nuevamente, les agradecemos verdaderamente por todo su amor, fe y oraciones. Diariamente comprendemos que no podemos hacer el ministerio de predicar el Evangelio y servir al pueblo de Dios sin sus oraciones. Comprendemos que toda nuestra fuerza y todo lo que hacemos viene de Dios el Padre y Jesucristo, Quien es la Cabeza de Su Iglesia, de la cual todos somos parte. Oramos por ustedes diariamente—por su salud, su sanidad, y las bendiciones de Dios para levantarlo cuando esté desanimado, animarlo en tiempos de angustia, y fortalecerlo en tiempos de prueba. Damos gracias por su fidelidad continua al enviar los diezmos y ofrendas de Dios, de modo que todos nosotros podemos continuar amando y sirviendo a Dios el Padre y a Jesucristo con todos nuestros corazones y mentes.
Con amor en Cristo Jesús,
Fred R. Coulter
FRC
Un estudio de Apocalipsis 13:15
Apocalipsis 13 contiene las profecías de las dos bestias por venir del tiempo del fin. La primera es el “sistema de la bestia”—lo cual es el “Nuevo orden mundial” por venir o “Gobierno mundial.” Satanás dará su poder y autoridad a este sistema y su líder físico, también llamado la “bestia” (Apocalipsis 13:1-10). El apóstol Pablo escribe que el hombre que lidera este gobierno mundial es también llamado el “hijo de perdición”—quien entra al templo en Jerusalén y se declara ser “Dios” (II Tesalonicenses 2:3-12).
Hay una segunda bestia que “parece un cordero, pero habla como un dragón”—el dragón siendo Satanás el diablo: “Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia delante de él; y hace a la tierra y a aquellos que viven en ella adorar a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. Y desempeña grandes maravillas, así que incluso hace bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de los hombres. Y engaña a aquellos que viven en la tierra por medio de maravillas que le son dadas para desempeñar a la vista de la bestia, diciendo a aquellos que viven sobre la tierra que deberían hacer una imagen [un gran ídolo] para la bestia, la cual tenía la herida de la espada, y aun así estaba viva” (Apocalipsis 13:12-14).
El verso 15 dice: “Y le fue dado [a la segunda bestia] poder para dar vida a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también pudiera hablar.” Las palabras griegas traducidas “para dar vida” son dounai pneuma, lo cual en realidad significa “para dar un espíritu.”
La palabra griega pneuma es traducida a través del Nuevo Testamento como espíritu. Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu”—que significa “Dios es un Ser espiritual.” En otros lugares, pneuma es usado en varias formas: el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo. Los santos ángeles son llamados “espíritus ministradores”—pneuma. La Biblia revela que también hay espíritus inmundos, espíritus de maldad y espíritus demoníacos.
Hay 3 lugares donde pneuma no es traducido espíritu. 1) Juan 3:8, el único lugar en el Nuevo Testamento donde pneuma es traducido como “viento”; 2) Apocalipsis 13:15 en donde es traducido “vida”; y 3) en el interlineal de Berry, es traducido como “aliento.”
A través de la Biblia, sólo Dios puede dar vida. A todos los humanos Dios da el “espíritu. de hombre” en la concepción; en la muerte, aquel espíritu. vuelve a Dios (I Corintios 2:11; Santiago 2:26; Eclesiastés 12:7).
En conexión con la conversión, después que una persona es bautizada y tiene la imposición de manos, Dios el Padre da el Espíritu Santo (griego pneuma higion, literalmente “Espíritu Santo”) como las arras de vida eterna en cada santo engendrado por Dios.
Concerniente a la resurrección y vida eterna, en el Evangelio de Juan está registrado que Jesús dijo que solo el Padre y Jesús mismo tiene el poder de dar “vida” física—y “vida” eterna. Juan cita a Jesús: “Porque incluso como el Padre levanta los muertos y da vida, en la misma forma también, el Hijo da vida a quien Él quiere” (Juan 5:21). En el griego, “da vida” es una sola palabra compuesta, zo-opoiei—la cual significa literalmente “vivificar.”
La palabra zo-opoiei no es usada en Apocalipsis 13:15. En vez, las palabras griegas usadas son dounai, “para dar”—y pneuma, “espíritu.” o “un espíritu.” Por tanto, no puede ser traducida “para dar vida”—dado que pneuma siempre es traducida espíritu. Entonces esta frase literalmente significa “para dar un espíritu.” El griego pneuma no es traducida vida o aliento en ningún lugar en el Nuevo Testamento—excepto en Apocalipsis 13:15 en la King James, en la Versión Fiel, Berry, y otras pocas traducciones.
De hecho, espíritu. y vida son palabras separadas, aunque trabajan juntas para sostener la vida—física (el espíritu. de hombre) y espiritual (el Espíritu de Dios). Note lo que dijo Jesús: “Es el Espíritu [de Dios] el que da vida [zo-opoiei]; la carne en nada beneficia. Las palabras que les hablo, son espíritu [pneuma] y son vida [zoe]” (Juan 6:63).
CONCLUSIÓN: Dado que sólo Dios el Padre y Jesucristo pueden dar vida, podemos correctamente concluir que no es posible para un hombre inspirado por Satanás—el “falso profeta”—dar “vida” o “aliento” a un ídolo de la bestia, de modo que este pudiese hablar. Entonces, ¿qué es lo que el “falso profeta” le da al ídolo de la bestia que lo hace hablar? La respuesta es encontrada al entender los poderes y capacidades de Satanás el diablo—y los espíritus inmundos o demoníacos.
LOS PODERES DE SATANÁS EL DIABLO: Satanás puede hablar. Él habló con Adán y Eva (Génesis 3). Él habla con Dios (Job 1-2). Él habló con Jesús cuando la tentación, y Jesús le respondió (Mateo 4; Lucas 4). También él acusa a los santos día y noche delante de Dios (Apocalipsis 12:10). Satanás es el padre de mentiras (Juan 8:44). Tiene el poder de engañar a la gente—de hecho, al mundo entero (Apocalipsis 12:9). Tiene el poder de inspirar a mentir a la gente (Hechos 5:3; Juan 13:2). Tiene el poder de poseer a la gente (Juan 13:27). Tiene el poder de proyectar pensamientos y actitudes de pecado en los corazones y mentes de la gente, hacerles lujuriar y pecar (Efesios 2:1-3).
LOS PODERES DE LOS DEMONIOS—ESPÍRITUS INMUNDOS: En los registros del Evangelio, encontramos que los demonios o espíritus inmundos pueden poseer gente. Pueden hablar—Jesús habló con ellos en ocasiones (Mateo 8:28-34; 9:32-33; Marcos 9:17-27). Los demonios pueden traer a otros demonios y re-poseer a un hombre, de modo que su fin es peor que al inicio (Lucas 11:24-26).
Satanás es el príncipe de demonios y gobernador de este mundo (Juan 14:30) y el dios de esta era (II Corintios 4:4). También, hay una jerarquía de demonios, y ellos gobiernan en lugares altos a través de la sociedad humana (Efesios 6:12).
UNA TRADUCCIÓN MAS PRECISA DE APOCALIPSIS 13:15: Ahora que entendemos los poderes de Dios y los poderes de Satanás y los demonios, podemos determinar una traducción mas precisa de Apocalipsis 13:15.
Sabemos que el “falso profeta” habla como un dragón. Para ejecutar milagros y maravillas, él debe ser inspirado por Satanás e indudablemente poseído por un demonio poderoso. Con este entendimiento, podemos concluir que él no puede ordenar o dirigir espíritus rectos, o ángeles. Esto significa que el pneuma o espíritu que el “falso profeta” da a la imagen de la bestia no puede ser un espíritu o un ángel de Dios. Por tanto, el único “espíritu” o pneuma que el “falso profeta” puede dar a la imagen ídolo de la bestia es un espíritu demoníaco o satánico—uno que puede hablar o engañar a la gente del mundo.
Por tanto, una traducción mas precisa de Apocalipsis 13:15 es esta: “Y le fue dado [al “falso profeta”] poder para dar un espíritu satánico a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también pudiera hablar; y hacer que todo el que no adore la imagen de la bestia sea muerto.”
Esta traducción esta más alineada con el significado real del griego. Más aun, esto se ajusta al contexto de Satanás obrando a través de estas dos bestias como se describe en Apocalipsis 13.
Fred Coulter
¿Deben los cristianos celebrar Easter
[Domingo de pascua]?
Conejos que ponen huevos, servicios a la salida del sol, la Cuaresma—costumbres muy raras. ¿Qué tiene que ver esto con la resurrección de Jesús, de todas formas?
¡Quizás existe algo que no le han dicho!
por
Philip Neal
Millones de profesantes cristianos se levantarán mas temprano el domingo de pascua—solo para poder participar en un “servicio local a la salida del sol”, ostensiblemente honrando la resurrección de Jesús. Más tarde ese día, los niños pequeños buscarán huevos de pascua hermosamente decorados, supuestamente puestos por un conejo de Pascua. Por supuesto los católicos, semanas antes comenzaron la temporada con la Cuaresma, un periodo de 40 días de abstinencia y “lamentación” dirigiéndose al domingo de pascua o resurrección.
¿Qué significa todo esto? ¿Dónde está la conexión bíblica del domingo de Pascua con la resurrección de Jesús? ¿Y por qué Jesucristo no le enseñó a Sus discípulos a observar el domingo de pascua?
Pregúntele al cristiano común por qué ellos retienen tan peculiares creencias o prácticas y probablemente recibirá una pálida mirada fija. Algunos dirán, “Es una tradición.” o “La iglesia enseña esto.” Pero el hecho es que la mayoría de las personas no tienen ni idea del origen de lo mucho que ellos abrazan como verdad. Típicamente, la gente simplemente acepta lo que se les ha dicho—sin pensar.
¡El resultado es que muchos “cristianos,” sin saber se encuentran a si mismos participando en lo que en realidad son antiguas tradiciones fundadas en religiones misteriosas que florecieron miles de años antes de Cristo!
El increíble origen histórico de Easter [Domingo de Pascua]
Viene como una sorpresa para muchos el saber que el único lugar en la Biblia King James que siquiera menciona la palabra “Easter”—Hechos 12:4— es una gravísima mal traducción. Aquí la palabra griega Pascha (traducida como Easter en la KJV, versión inglesa) siempre significa “Pascua” o sea “pasar sobre”. Este error ampliamente reconocido en el inglés ha sido corregido en todas las traducciones modernas. Refiriéndose al pasaje, Las notas de Barnes comenta que “nunca hubo una traducción mas absurda que esta.”
Así que, si no existe una base bíblica para el domingo de pascua/Easter, ¿Dónde y cómo se originó esto?
Sorprendentemente, el domingo de pascua/Easter tiene sus raíces en las religiones antiguas paganas politeístas. Incontables libros escritos por eruditos y materiales de referencia documentan el desarrollo del domingo de pascua/Easter—claramente demostrando que es de origen completamente pagano.
En su libro, Come Out of Her My People [Sal de Ella Mi Pueblo], el Dr. C.J. Koster, escribe: “El tópico entero sobre Easter [Domingo de pascua], su domingo enfatizado, y sus símbolos paganos y ritos, tales como servicios de pascua a la salida del sol, es coronado por la admisión general de que la palabra ‘Easter’ es derivada del nombre de una diosa, la diosa del amanecer, la diosa de la primavera, la diosa de la fertilidad.
“Easter [Domingo de pascua] tuvo un origen pre-cristiano, es decir [involucrando] un festival [observado] en honor a Eostre, la diosa teutónica del amanecer... Esta Eostre también era conocida como la diosa primaveral de la fertilidad. [Como] otra forma de adoración al sol... Eostre, también llamada Eastre, Eostre u Ostara, fue adaptada por o se unió al cristianismo. Esta misma diosa del amanecer también era bien conocida... [como] la diosa asiria Istar, diosa de la mañana” (énfasis añadido). (Koster, Dr. C. J, Come Out of Her My People, Institute for Scripture Research, South Africa, 1998; pp. 24, 27.)
En el antiguo Medio Oriente, la gente estaba profundamente conectada con la tierra y el ciclo natural de la agricultura. La fertilidad de la tierra era la clave para la supervivencia. La primavera del año era altamente anticipada—cuando la productividad y la fertilidad regresaban después de inviernos largos y desolados. Muchas culturas celebraban la venida de la primavera con una parte integral de la adoración a sus dioses o diosas, particularmente aquellas asociadas con la fertilidad.
Koster añade que los huevos y conejos eran símbolos comunes de la fertilidad, y que la diosa Easter no “era solamente diosa del amanecer sino también diosa de la primavera con todos sus símbolos y ritos de fertilidad.” (Koster, p. 25.)
La Enciclopedia Americana declara que la palabra Easter esta “derivada de Norse Ostara o Eostre, significando el festival de primavera...cuando la naturaleza resucita después del invierno. De aquí los conejos, notables por su fecundidad, y los huevos, coloreados como rayos del sol que está regresando.” (The Encyclopedia Americana, 1956 edition, p. 506). De acuerdo a la Enciclopedia Católica, “una gran cantidad de costumbres paganas celebrando el retorno de la primavera gravitaron a Easter.... El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido un emblema de fertilidad” (énfasis añadido). (The Catholic Encyclopedia, vol. 5, p. 227.)
Alexander Hislop, en Las Dos Babilonias, escribe que Easter “no es un nombre cristiano. Lleva sus orígenes caldéanos sobre su propia frente. Easter no es nada [más] que Astarte... la reina del cielo, cuyo nombre, tal como era pronunciado por la gente de Nínive, era evidentemente idéntico con lo que ahora es comúnmente usado en este país [Inglaterra]. Ese nombre, tal como es hallado... en monumentos de Asiria, es Istar.” (Hislop, Alexander, Las dos Babilonias, p. 103). En otras palabras, ¡los antiguos asirios pronunciaban Istar en la misma forma que nosotros hoy pronunciamos Easter!
El origen de Easter [hoy llamado domingo de Pascua o de resurrección] sin embargo, es en realidad algo bien antiguo—remontándose a la bíblica Torre de Babel post-diluviana. Nimrod—quien se paró en oposición al verdadero Dios del cielo (Génesis 10:8-9)—fue el fundador clave de la antigua “religión misterio babilónica.” Después de su muerte, su esposa, la reina Semiramis, estuvo determinada a mantener su “religión” al deificarlo como el dios sol. Luego Semiramis dio luz a un hijo ilegítimo, Tamuz (también conocido en la cultura griega como Adonis), quien ella declaró ser en realidad Nimrod renacido. Semiramis misma fue deificada como “la reina del cielo.” Fred Coulter, en Días festivos ocultos o Días Santos de Dios—¿Cuáles? escribe que Easter es en parte una tradición que “celebra el retorno de Semiramis a su forma reencarnada como la diosa de Primavera...La diosa babilónica Istar... es otro seudónimo para Semiramis, la esposa de Nimrod, y el verdadero fundador del culto babilónico.” (Coulter, Fred R., Occult Holidays or God’s Holy Days—Which?, York Publishing, 2006; p. 55.)
Tamuz es muy importante también para el amalgame de Easter. Siguiendo su muerte prematura a la edad de 40 años, una tradición comenzó en la cual él moría y era resucitado cada primavera. Coulter dice que, “el conejo de Easter y el huevo de Easter simbolizan la unión sexual que produjo a Tamuz, el hijo y falso mesías de Semiramis, la reina del cielo... El hijo de Nimrod, Tamuz era el antiguo falso mesías que supuestamente moría y era resucitado cada año.” (Coulter, pp. 56, 61). Ciertamente, un drama obvio de muerte y resurrección reaparece en muchas religiones paganas. Parece que antiguamente Istar y Tamuz fueron ambos envueltos en un ciclo de muerte mitológica y resurrección—una como la diosa luna de la primavera y fertilidad, y la otra como la figura del mesías dios sol—haciéndolos los perfectos precursores de la moderna tradición de Easter. De acuerdo a Coulter, los servicios a la salida del sol se originaron con el sacerdocio babilónico para apresurar simbólicamente la resurrección de ambos. (Coulter, p. 56.)
Históricamente, lamentos eran sostenidos por 40 días para el fallecido Tamuz, un día por cada año de su vida. El periodo terminaba, por supuesto, temprano en la primavera con su “resurrección”. Hislop escribe, “Los cuarenta días [de] abstinencia de la Cuaresma fue directamente adaptado de los adoradores de la diosa babilónica [Istar].” (Hislop, p. 104). ¿Es una mera coincidencia que el “cristianismo” Ortodoxo de hoy practica una costumbre peculiarmente similar—los 40 días de lamentación y abstinencia de la Cuaresma dirigiéndose a Easter [Domingo de pascua]?
Sir James Frazer, autor de The Golden Bough [La Rama de Oro], añade esto, “La pena de los adoradores era convertida en gozo...La resurrección del dios [Tamuz] era celebrada por sus discípulos como una promesa de que ellos también tendrían victoria sobre la corrupción de la tumba.” (Frazer, James, The Golden Bough, p. 350). Note el extraño paralelo entre la así llamada “resurrección” de Tamuz y la enseñanza bíblica sobre la resurrección de los santos (Romanos 6:5; I Corintios 15:12; etc).
Como se deslizó Easter en la Iglesia Ortodoxa
Considerando su evidente origen pagano, ¿Exactamente cómo encontró Easter su camino dentro del Cristianismo? La respuesta tiene que ver con el sincretismo—la reconciliación o unión de diferentes sistemas de creencia. Después de la muerte de los apóstoles, la Iglesia empezó a crecer rápidamente entre los gentiles, particularmente en el Oeste. Después de varias décadas, la iglesia en Roma—ahora apóstata pero poseyendo un poder político y económico considerable—llegó a ser dominante. Determinada en traer las masas de paganos hacia la iglesia, los líderes Ortodoxos en Roma fueron cuidadosos de no forzarlos a abandonar sus celebraciones idólatras. Astutamente, los líderes de la iglesia encontraron una manera para mezclar varias costumbres antiguas y prácticas paganas—y luego aplicarlas a las doctrinas cristianas. Easter en sí mismo es una gran convergencia de varias tradiciones paganas aplicadas a la muerte y resurrección de Jesús.
Koster, por ejemplo, escribe que “festivales fueron celebrados [por paganos], con los ritos de Adonis o de Tamuz...[y con] el Mesías [del Cristianismo] muerto y resucitado siendo asimilado por la celebración pagana del muerto y resucitado Adonis (Tamuz)” (énfasis añadido). (Koster, p. 25.)
Refiriéndose a la fusión de la Pascua bíblica con celebraciones paganas de primavera, Hislop escribe: “Para conciliar a los paganos al Cristianismo nominal, Roma, persiguiendo su política usual [de sincretismo], tomó medidas para amalgamar los festivales cristianos y paganos, y por un ajuste complicado pero hábil del calendario, se halló que no fue un asunto difícil, en general, tener el paganismo y el cristianismo—ahora bien hundido en la idolatría—en esto como en muchas otras cosas, dándose la mano.” (Hislop, p. 105.)
Concerniente al sincretismo de Easter, Frazer dice: “Cuando pensamos en cuan a menudo la Iglesia ha hábilmente ideado plantar las semillas de la nueva fe [cristiana] sobre las antiguas creencias del paganismo, podemos conjeturar que la celebración de Easter del Mesías muerto y resucitado fue injertada a una celebración similar del muerto y resucitado Adonis...Tomadas juntas, las coincidencias de los festivales cristianos con los paganos son demasiado cercanas y demasiado numerosas para ser accidentales. Ellos marcan el compromiso que la Iglesia... fue obligada a hacer...” (énfasis añadido). (Frazer, pp. 345, 261). Frazer añade que “la Iglesia pudo haber conscientemente adaptado el nuevo festival [de Easter] de su predecesor pagano por amor de ganar almas para Cristo.” (Frazer, p. 359.)
La Iglesia Católica también usa el término Cristianización para describir esta mezcla de ritos paganos con prácticas cristianas.
Easter se convierte en un día de fiesta “oficial” de la iglesia
Como Easter ganó popularidad—y la iglesia Romana creció en influencia— una controversia larga y amarga se desarrolló entre aquellos fieles en el oriente que retenían la Pascua y aquellos en el occidente que preferían Easter. El tema se confrontó alrededor del año 197 d.C., cuando Policrates de Asia Menor hizo una visita formal a los líderes de la iglesia romana. En La Historia Eclesiástica, el muy conocido historiador de la iglesia Eusebio escribe: “Una pregunta de gran importancia surgió en aquel tiempo. Para las parroquias de toda Asia, por una tradición antigua, mantenían que el día 14 de la luna [nueva]... debería ser observado como la fiesta de la Pascua del Salvador.... Los obispos de Asia, dirigidos por Policrates, decidieron mantener la antigua costumbre entregada a ellos. Él mismo, en una carta que envió a Víctor [el obispo de Roma] y a la iglesia de Roma, expuso en las siguientes palabras la tradición la cuál había recibido: ‘Nosotros observamos el día exacto [ordenado en la Escritura]; ni añadiendo, ni quitando. Porque en Asia también grandes luces han caído dormidas, las cuales resucitarán nuevamente en el día de la de venida del Señor, cuando él vendrá con gloria desde el cielo, y buscará a todos los santos. Entre ellos está Felipe, uno de los doce apóstoles... y además, Juan, quien fue ambos un testigo y un maestro, quien se reclinó en el pecho del Señor... y Policarpo en Esmirna, quien fue un obispo y mártir.... Todos estos observaron el día 14 de la Pascua según el Evangelio, no desviándose en ninguna manera, sino siguiendo la regla de fe.’ ”
Pero los esfuerzos romanos para inducir a aquellos de oriente a abandonar la observancia de la Pascua de la Biblia no tuvieron éxito. Como La Enciclopedia Americana señala, los “Cristianos primitivos eran judíos y la tradición hebrea [de la Pascua] era poderosa en sus mentes. Un partido de tales conservadores [dirigidos por Policrates] conocidos como los Quartodecimanos presionaron por una continuación de la Pascua judía... aun al punto de rebelión, pero ellos fueron rechazados por la Iglesia [romana] como un todo…” (Quartodecimanos viene de la palabra Latina para “14avo”—y fue el nombre dado a aquellos quienes seguían la ordenanza Bíblica para observar la Pascua en la noche del día 14).
En su libro, From Sabbath to Sunday [Del Sábado al domingo], Samuele Bacchiocchi escribe sobre este tiempo: “Por un lado, el obispo Victor de Roma defendió la costumbre del domingo de Easter o pascua... y amenazó con excomulgar a las comunidades Cristianas rebeldes en la provincia de Asia [Menor] que rehusaron seguir sus instrucciones. Por el otro lado, Policrates obispo de Efeso y representante de las iglesias de Asia, fuertemente defendió la fecha tradicional de la Pascua de Nisan 14. Policrates... rehusó ser asustado para someterse a las amenazas de Víctor de Roma.”
Cuando Policrates firmemente rehusó ponerse en acuerdo con las demandas de la iglesia de Roma, Víctor procedió a excomulgarlo—igualmente a todos los cristianos que continuaron observando la Pascua bíblica. La excomunión, tal como fue hecho, no tenía autoridad; nada cambió en realidad, solamente que oriente y occidente se separaron aun más lejos en muchos otros asuntos.
Con el tiempo, sin embargo, la controversia de la Pascua contra Easter llegó a ser central; la iglesia de Roma en el fondo vio esto como una prueba de su autoridad. Koster continúa la historia: “La disputa sobre la Pascua entre la iglesia occidental y los creyentes mas adheridos a las Escrituras de la iglesia del Cercano Oriente, finalmente fue resuelto en el Concilio de Nicea por Constantino en el año 325 [d.C.], donde fue decidido que Easter debería ser observado en el día domingo [en inglés, Sun-day—día del sol]... [Con] Constantino liderando, el Concilio de Nicea decidió rechazar [la Pascua]... en favor de Easter en un domingo... Constantino exhortó a todos los obispos a aceptar [la observancia del domingo de Easter].”
Con la autoridad del emperador de Roma detrás de esto, Easter pronto llegó a reemplazar la Pascua bíblica dentro del “Cristianismo” visible y organizado. Los cristianos verdaderos y fieles fueron forzados a irse en secreto para poder continuar su observancia de la Pascua bíblica.
¿Están las Escrituras calladas acerca de Easter?
Mientras claramente no hay ningún apoyo bíblico para Easter, las Escrituras en realidad tienen mucho que decir en contra de Easter—directa e indirectamente. Muy interesantemente, la diosa Astarte de Babilonia—y la diosa de Asiria Istar—son referidas docenas de veces en el Antiguo Testamento usando la palabra hebrea Astarot (Asera). Por ejemplo, mire lo siguiente, “Y los hijos de Israel hicieron lo malo a la vista del Señor y olvidaron al Señor su Dios, y sirvieron a los Baales y a las Aserás” (Jueces 3:7). Este versículo puede ser fácilmente traducido, “¡y sirvieron a los Baales y a Easter!”
Casi todos los eruditos están en acuerdo que Asera es ninguna otra que Astarte—también conocida como “la reina del cielo.” Note el versículo de Jeremías 7:18: “Los hijos recogen leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para derramar ofrendas de bebida a otros dioses, para provocarme a ira.” El versículo 10 llama esa práctica una “abominación.”
El Comentario de la Biblia de Jamieson Fausset & Brown dice esto sobre Jeremías 7:18: “Las tortas eran hechas de miel, harina fina, etc, en una forma redonda aplanada para tener la semejanza del disco de la luna, a la cual eran ofrecidas.... Los Fenicios llamaban la luna Astoret o Astarte: la esposa de Baal o Moloc, el rey de lo cielo. El par de deidades varón y hembra simbolizaban los poderes generadores de la naturaleza...”
Las tortas ofrecidas a la reina del cielo—Astarte/Istar—¡son los “bollos calientes en forma de cruz” del “Cristianismo” Católico de hoy! Koster añade, “Los ‘bollos’ ya estaban siendo usados para la reina del cielo 1,500 años antes de la era Cristiana....Aún su forma redonda... con la cruz encima representa exactamente el mismo símbolo antiguo del sol, es decir la cruz con un círculo alrededor. Este fue especialmente conocido como el símbolo del dios sol babilónico.”
Sorprendentemente, “los servicios a la salida del sol” están mencionados en la Biblia también—pero solo en una manera negativa. Al profeta Ezequiel le fue mostrado, en una visión, una profecía muy importante con respecto a los pecados del pueblo de Dios—en ese tiempo y ahora. “También me dijo: ‘Verás abominaciones mayores que las que están cometiendo.’ ” Y me trajo a la entrada de la puerta de la casa del SEÑOR, hacia el norte. Y he aquí, mujeres estaban sentadas allí lamentando por Tamuz”—¡la figura falsa mesiánica que muere y es resucitada cada primavera!—“Y me dijo, ‘¿Has visto esto, Oh hijo de hombre? Verás abominaciones mayores que estas.’ Y me trajo dentro de la corte interna de la casa del SEÑOR, y he aquí, a la entrada del templo del SEÑOR, entre el pórtico y el altar, estaban alrededor de veinticinco hombres con sus espaldas hacia el templo del SEÑOR y sus caras hacia el oriente; y adoraban al sol hacia el oriente. Y me dijo, ‘¿Has visto, Oh hijo de hombre? ¿Es esto cosa ligera para la casa de Judá hacer las cosas odiosas que hacen aquí?...” (Ezequiel 8:13-17).
¿Podemos empezar a poner las piezas del rompecabezas en su sitio, Asera, la “reina del cielo” con sus tortas; la adoración del sol, Tamuz—y ver que el Easter “cristiano” ha sido ideado usando mitos antiguos, y que no es nada más que una abominación pagana?
Considere la advertencia de Dios hacia Israel mientras ellos poseían la tierra que El les había prometido: “Sean cuidadosos de observar y obedecer todas estas palabras las cuales les mando… Cuando el SEÑOR su Dios corte las naciones delante de ustedes, a donde van a poseerlas, y tomen su lugar y vivan en su tierra, presten atención a si mismos que no lleguen a estar atrapados por seguirlas, después que sean destruídas de delante de ustedes, y no pregunten acerca de sus dioses, diciendo, ‘¿Cómo sirvieron estas naciones a sus dioses para que yo pueda también hacer de la misma manera?’ No harán así al SEÑOR sú Dios, porque cada abominación al SEÑOR, las cuales El odia, ellos han hecho a sus dioses… Cualquier cosa que les mando, sean cuidadosos de hacerla. No adicionarán a ésto, ni quitarán de esto.” (Deuteronomio 12:28-32).
Dios le dice a los Cristianos, “No aprendas el camino de los paganos…” (Jeremías 10:2)—¡ni tampoco menciones los nombres de sus dioses! (vea Éxodo 23: 13). El apóstol Pablo escribió: “No estén unidos desigualmente con incrédulos. Porque ¿Qué tienen en común la justicia y la ilegalidad? Y ¿Qué compañerismo tiene la luz con la oscuridad? Y ¿Qué unión tiene Cristo con Belial? O ¿Qué parte tiene un creyente con un incrédulo? Y ¿Qué acuerdo hay entre un templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son templo del Dios vivo, exactamente como Dios dijo: ‘Viviré en ellos y caminaré en ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo. Por tanto, salgan de en medio de ellos y sepárense,’ dice el Señor, ‘y no toquen lo impuro, y Yo los recibiré” (II Corintios 6:14-17).
¿Creemos en verdad estas evidentes escrituras? Claramente, un verdadero cristiano nunca puede mezclar lo que es de Dios con lo que es pagano—¡o la verdad con la mentira! Porque Dios solamente puede ser adorado con un espíritu de verdad (Juan 4:24).
Jesucristo solo dio una señal de que Él era el Mesías
La tradición de hoy llamada Easter se desarrolla alrededor de una crucifixión en la tarde de un “Viernes Santo” y una resurrección a la salida del sol en un domingo de pascua o Easter. Lo que la mayoría de los “Cristianos” fallan en entender es que éste escenario amenaza con invalidar la única señal que Jesús dio como la evidencia de que Él era el Mesías—que Él estaría en el sepulcro exactamente tres días y tres noches. “Porque así como Jonás estuvo en la barriga del gran pez tres días y tres noches, en la misma manera el Hijo de hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mateo 12: 40).
Usted no tiene que ser un genio en la matemática para ver que de la tarde del viernes hasta el Domingo por la mañana—¡no hay tres días y tres noches! Entonces, con esto solamente, Easter es mostrado ser un fraude.
Además, la Escritura en ningún lugar instruye a los cristianos a honrar la resurrección de Jesús. Sino, somos ordenados a conmemorar Su muerte a través de la Pascua bíblica (vea Lucas 22:19-20; I Corintios 11: 23-26; etc). De nuevo, Easter—el cual se enfoca en la resurrección de Cristo—es probado ser falso.
Con todo esto hay que hacer las siguientes preguntas: ¿Qué dios en verdad está siendo honrado por la celebración de Easter/domingo de Pascua? ¿Quién es el verdadero salvador detrás de la tradición del domingo de Pascua/Easter? ¿Será el Jesús de la Biblia? ¿O será que el Cristianismo tradicional sin saberlo, este adorando a un falso salvador—a otro “Jesús”?
Se ha dicho que “la falsificación más peligrosa es la que más se parece a la verdad.” El falsificador maestro es Satanás el diablo, “el dios de este mundo” (vea II Corintios 4:4)—y él está engañando al mundo entero (Apocalipsis 12:9).
¿Podría usted también estar engañado?